El escritor español, José María Pemán (1898 – 1981) que cultivó todos los géneros y destacó como orador, contaba a un amigo que durante la Guerra Mundial había ido a Italia con un político español a visitar al Conde Ciano.
En la visita el conde se pasó dos horas hablando de Mussolini y de la voluntad de trabajo del Duce, que era capaz de permanecer horas y horas “laborando e laborando” sin parar.
Y el político español, que era un fascista patriótico, se hartó de tantas alabanzas al Duce y, sin dudarlo, exclamó:
Pues el nostro Caudillo é fenomenale. Quando se mete a laborare, non se levantani per meare.