“Es increíble. Nunca me hubiera imaginado que era posible robar una playa entera. Había sido acondicionada y tapada para afrontar el invierno y esta semana descubrimos que había desaparecido”, explicó el líder del consejo local, Etelka Repas.
Tal cual, las cabañas de madera, los pequeños negocios, las sombrillas y lo más sorprendente, toneladas de arena fueron robadas de una playa artificial creada a orillas del río, en Mindzentas (Hungría).
Es difícil imaginar la cara de sorpresa de los gerentes del complejo turístico cuando tras finalizar al temporada invernal, al ir a abrir de nuevo las instalaciones se encontraron con que la playa ya no estaba.
Lo extraordinario no es que faltaran las sombrillas, sino los más de 6.000 metros cúbicos de arena.
Según las autoridades, “todo lo robado habría sido transportado a un país limítrofe, aunque al no haber pasado por ningún control, es muy difícil seguirle el rastro”.
(Esta noticia, tan real como que no pudieron tomar el sol en la arena nunca más, apareció en 2007 el New York Post).
