David Livingstone, el explorador escocés y misionero protestante que en 1853 remontó el río Zambeze y llegó a las cataratas Victoria luchando a la vez contra la trata de negros, preguntó una vez a un jefe africano:
– ¿Cuántas mujeres tienes?
– Únicamente me quedan 19 – contestó.
– Pues te sobran 18, dijo Livingstone.
– ¿Y en vuestro país quién cocina para los invitados ? – respondió el jefe africano.