Antes de entrar en el por qué del termino violencia vicaria, veamos primero lo que es, para tener el concepto más claro.
¿Qué es la violencia vicaria?
La violencia vicaria es cualquier acto de agresión que tiene como objetivo a los seres queridos de una tercera persona, en particular a sus hijos menores de edad. El padre o la madre utiliza con frecuencia una fuerza excesiva contra sus hijos, que incluso provoca su muerte.
El termino de violencia vicaria lo acuñó pro primera vez Sonia Vaccaro, Psicóloga clínica y forense, para definir la forma de maltrato en el que el hombre utiliza a los hijos para causar el máximo daño posible a la madre de estos.
En numerosas ocasiones se han utilizado formas especialmente duras para deshacerse de los cadáveres, como en el famoso caso de José Bretón, que mató a sus hijos y los quemó, o en el caso de Tomás Gimeno.
La madre también es víctima de este tipo de violencia, ya que normalmente se ve obligada a ver cómo matan a sus hijos y a menudo sufre ella misma graves abusos físicos y psicológicos.
Este tipo de violencia doméstica puede tener efectos de por vida tanto en las víctimas como en los testigos, haciendo que vivan con un miedo constante y sintiéndose completamente indefensos.
Puede tener sentimientos por su pareja o ex pareja, pero éstos se ven superados por el deseo de infligirles el mayor daño posible. El elemento más aparente de este grave tipo de maltrato que destruye a las mujeres para siempre es el asesinato de las hijas o los hijos; sin embargo, no es infrecuente la manipulación de las niñas o los niños para que se vuelvan contra su madre.
Estos jóvenes sufren un daño irreversible, y también son víctimas de la violencia de género. El objetivo es dominar y controlar a las mujeres en una muestra muy visible de posesión en una relación de poder basada en la desigualdad.
Esto no es sólo físico, sino también psicológico, ya que afecta significativamente a la salud mental y al bienestar de la víctima.
Es difícil comprender por qué alguien cometería crímenes tan horrendos contra otra persona, y mucho menos contra un ser querido. Hay varias teorías sobre este tipo de violencia, pero ninguna de ellas puede captar plenamente la complejidad del problema.
Este es el tipo de violencia que se produce cuando se cuestiona constantemente el lugar de una mujer en la sociedad y la fiabilidad de su palabra.
Las mujeres intentan con frecuencia hacer oír su voz en las escuelas de sus hijos, entre los amigos, dentro de sus propias familias y en los tribunales, pero los estereotipos del “buen padre” y la “mala madre” siguen floreciendo.
Se suele apoyar al varón que se hace la víctima que a las mujeres que, para evitar que sus hijos o hijas sean perjudicados, intentan hacer oír su voz para evitar que sus parejas lo hagan.
Angela González Carreño presentó más de 30 demandas porque estaba preocupada por la vida de su hija mientras estaba de visita con su padre, que finalmente la asesinó. El Estado español fue condenado por el Comité de la CEDAW por negligencia, a pesar de que los asesinatos han seguido produciéndose y no se han tomado las medidas necesarias.
Está claro que hay que hacer algo para proteger a las mujeres y a sus hijos de este tipo de violencia, pero está igualmente claro que el sistema actual no está funcionando.
Se trata de un tipo de violencia que sólo puede detenerse si existe un compromiso real de todos los sectores de la sociedad para cambiar la forma de pensar sobre los roles de género y desafiar los mitos y estereotipos que perpetúan este tipo de violencia.
¿Es una forma de violencia de género?
Sí, lo es. La violencia vicaria es la violencia de género. Ocupa el lugar de la persona que realiza un daño físico o psicológico directo a una mujer para crear un daño mayor y más duradero. El objetivo es siempre una mujer. Suele ser ejercida por varones contra mujeres.
Está motivado por la necesidad de controlar y dominar a las mujeres. Es una forma de violencia que se utiliza para mantener el poder y el control en una relación.
Aunque puede resultar difícil entender por qué alguien cometería crímenes tan horrendos contra otra persona, y más aún contra un ser querido, hay varias teorías sobre este tipo de violencia, pero ninguna de ellas puede captar plenamente la complejidad del problema.
Adopta diferentes formas, como la física, psicológica, sexual, económica o social. Todas ellas son perjudiciales y causan daños a las mujeres, tanto individual como colectivamente.
¿Por qué se llama violencia vicaria?
Porque se sustituye a una persona por otra para llevar a cabo la acción, en este caso las hijas o los hijos que son asesinados para destruir la vida de la madre, o que se vuelven contra ella para infligirle un daño duradero, que en muchos casos conduce al suicidio.
La expresión “violencia vicaria” se incluyó en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. El término fue acuñado por la Asociación Española de Jueces para la Igualdad (AME) para referirse a este tipo de violencia.
¿Es igual que el parricidio?
No tiene nada que ver con el parricidio. La mujer es el objetivo de la violencia vicaria. El objetivo es destruir la vida de la mujer. Implica un claro deseo de infligir un sufrimiento indescriptible sin una acción directa, sino contra sus hijos. Es un acto de puro sadismo.
No existe un término específico para el asesinato de una madre, pero la palabra “matricidio” puede utilizarse de forma general para referirse a ello. La palabra “vicario” significa “en lugar de otro” Así pues, la violencia vicaria es la que se ejerce en lugar de o en nombre de otra persona. Suele hacerse con la intención de causar un daño a esa otra persona. El término “matricidio” viene de la palabra latina para madre, “mater”.
El parricidio está considerado como un delito muy grave en nuestro Código Penal, ya que el reproche social causado por la muerte de alguien con quien existe una relación de sangre, adopción de ascendientes o descendientes, o cometido en el ámbito de las relaciones matrimoniales o familiares.
¿Cuáles son las repercusiones a largo plazo de la violencia vicaria?
La violencia vicaria tiene un impacto perjudicial a largo plazo en la vida de las personas. Pueden ser de naturaleza física, mental, social o económica.
Pueden producirse daños físicos o mentales. El trauma y la preocupación son ejemplos de problemas psicológicos que pueden producirse como consecuencia de este comportamiento. Además, las personas que presencian o son objeto de violencia pueden empezar a creer que es una forma normal y aceptable de comportarse. Esto puede llevarles a actuar de forma agresiva en el futuro.
La violencia vicaria puede tener también amplias repercusiones sociales. Puede fomentar el miedo y la desconfianza dentro de las comunidades, y dañar las relaciones entre diferentes grupos de personas.
¿Cuál es la dificultad que debemos superar para combatir la violencia vicaria?
No debemos apartar la vista del hecho de que la violencia de género se ha convertido en un problema mundial. Necesitamos el compromiso responsable de todos los poderes públicos, que no deben aceptar la negación de la violencia contra las mujeres.
La violencia que no respeta los valores democráticos y tiene un impacto negativo en la interacción social. La negación de la violencia contra las mujeres debe considerarse como una apología de la violencia perpetrada por hombres.
El reto de combatir la violencia vicaria es que puede utilizarse para excusar o negar la violencia real contra las mujeres. Tenemos que ser conscientes de los peligros de este tipo de violencia y trabajar juntos para combatirla.
La educación de las generaciones futuras es necesaria en todas las disciplinas académicas. Además, las iniciativas de sensibilización dirigidas al público en general.
El incumplimiento de la exigencia de la Ley Orgánica de que las medidas de protección integral contra la violencia de género se impartan en las asignaturas obligatorias hace que se pierdan oportunidades de reconocer conductas que luego pueden resultar muy perjudiciales.
¿Cómo podemos proteger a los niños y niñas?
Cuando un hombre amenaza con quitarle los hijos a una mujer, está mostrando indicios manifiestos de violencia vicaria. Deberían saltar todas las alarmas si las madres son amenazadas con sus hijos o sus familias.
La protección de las personas que han sido objeto de maltrato de género es crucial, teniendo en cuenta que un maltratador nunca puede ser un padre decente.
Hay distintas formas de proteger a los niños, y lo más importante es no dejarlos nunca solos con el maltratador. Si tienes una relación abusiva, considera la posibilidad de buscar ayuda en una línea telefónica de atención a la violencia doméstica o en un refugio, donde puedes obtener apoyo e información sobre cómo proteger a tus hijos.
¿Cómo puede la Universidad ayudar a prevenir la violencia vicaria?
Debemos deconstruir el conocimiento androcéntrico para luchar contra la violencia de género con una fuerte dedicación a su lucha. Es necesario un programa de formación integral sobre los valores democráticos y el género, que pueda ayudar a las personas a romper la idea errónea de que lo que se considera violencia contra las mujeres.
Como institución, también rechazar cualquier expresión negacionista de la violencia de género. La universidad también puede ayudar estableciendo una política clara sobre la violencia de género.
Esto enviará un fuerte mensaje a la comunidad universitaria de que este tipo de comportamiento no se tolera. La política debe ser fácilmente accesible para todos, y debe incluir procedimientos para denunciar e investigar los incidentes de violencia de género.
