La traza italiana es un estilo de fortificación desarrollado en Italia a finales del siglo XV y principios del XVI en respuesta al intento de invasión francés de la península. El ejército francés estaba equipado con nuevos cañones capaces de destruir fácilmente las fortificaciones de estilo medieval, castillos con altos muros que eran un objetivo fácil para la artillería.
Este tipo de estructuras en forma de cuña o triangulo en las puntas de la estrella se denominan revellines, fuertemente defendidos por cañones, servían tanto para su propia defensa como la defensa de los otros revellines vecinos, toda la estructura saliente se denomina bastión, lo que obligaba a la artlleria atacante a retrasar sus posiciones con respecto al muro de la fortaleza. Normalmente estaba protegida con un foso, que podía tener agua o no.