
En 1953, y posiblemente sin conocimiento de su autora Rosalind Franklin, se utilizaba esta foto para resolver la estructura del DNA. Watson y Crick ganarían años después el premio Nobel y R. Franklin ocuparía su puesto como leyenda de los injustamente tratados (Aunque hay que recordar que ya estaba muerta cuando lo recibieron).
La foto, una imagen de difracción de rayos X, fue realizada en 1952 y su sencillez resume uno de los pasos de gigante de la ciencia, el conocimiento de nuestro propio código. La foto de Watson y Crick mostrando la estructura tridimensional del DNA ocuparía un lugar mucho más relevante en la historia.
Más tarde, el propio Watson, impulsor del Proyecto Genoma Humano y Craig Venter (Celera Genomics), mostrarían al mundo una masa ingente de información codificada con solo 4 letras. Pero todo comenzó con una foto, la número 51.