El moco de pavo es un apéndice carnoso y eréctil que tiene el pavo sobre el pico, que no es comestible. Sin embargo, parece ser que el dicho procede del lenguaje de los pícaros y delincuentes de hace siglos.
En su jerga, el “moco” era el trozo de cadena que quedaba colgando del “pavo”, la víctima, después de haberle robado el reloj del bolsillo.
En la actualidad se utiliza para resaltar la relevancia y calidad de algo a lo que no se le daba mucha importancia.