La Primera Tarjeta de Crédito de la Historia

En 1949, Frank X. McNamara, líder de la “Hamilton Credit Corporation”, fue a comer con Alfred Bloomingdale, un gran amigo de McNamara y nieto del fundador de la tienda de “Bloomingdale”, y Ralph Sneider, el abogado de McNamara.

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Los tres hombres estaban comiendo en “Major’s Cabin Grill”, un restaurante famoso de New York ubicado cerca del “Empire State”, para discutir sobre el problema de un cliente de la “Hamilton Credit Corporation”.

El problema era que uno de los clientes de McNamara pidió prestado algo de dinero y no podía pagarlo por sus problemas financieros.

Este cliente en particular se había metido en problemas anteriormente cuando les dio el número de sus tarjetas (disponibles para algunas tiendas individuales y estaciones de servicio) a sus vecinos pobres quienes necesitaban algunas cosas en una emergencia.

Por este servicio, el hombre les pidió a sus vecinos que le paguen el costo total de la compra original más un dinero extra. Desafortunadamente para el hombre, muchos de sus vecinos no pudieron pagarle a corto plazo y quedó forzado a pedir dinero en la Hamilton Credit Corporation.

Al final de la cena con sus dos amigos, McNamara buscó su billetera en el bolsillo para pagar la comida (en efectivo). Quedó sorprendido cuando descubrió que se había olvidado la billetera. Para su vergüenza, tuvo que llamar a su esposa para que le lleve algo de dinero.

McNamara juró que esto nunca iba a volver a suceder. Fusionando los dos conceptos de esa cena, los prestamos sin fraude de las tarjetas de crédito y el no tener dinero en efectivo para pagar la comida, a McNamara se le ocurrió una nueva idea -una tarjeta de crédito que pueda ser usada en localidades múltiples.

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Lo que era completamente nuevo en este concepto era que iba a haber un intermediario entre las empresas y sus clientes.

Desafortunadamente, la gente tenía que llevar varias de estas tarjetas cada vez que se iban de tiendas. McNamara tuvo la idea de que haya una única tarjeta de crédito.

McNamara discutió esta idea con Bloomingdale y con Sneider, entre los tres juntaron algo de dinero y crearon una empresa en 1950 a la que llamaron “Diners Club”.

El Diners Club iba a actuar como intermediario. En lugar de empresas individuales que ofrezcan créditos a sus propios clientes (los cuales iban a tener que pagar más tarde), el Diners Club tenía como objetivo ofrecer créditos a personas para varias empresas (luego, iba a cobrarle a los clientes y pagarle a las empresas).

Anteriormente, las empresas hacían dinero con sus tarjetas de crédito a través de las cuales se aseguraban que los clientes compren en su tienda en particular y gracias a esto mantenían altos niveles de ventas.

Sin embargo, el Diners Club necesitaba una forma diferente de hacer dinero dado que ellos no vendían nada. Para obtener un beneficio sin cobrar intereses (el interés en las tarjetas de crédito llegó mucho mas tarde), las empresas que aceptaban a la tarjeta de crédito del Diners Club cobraban un cargo del 7 por ciento por cada transacción mientras que los que solicitaban la tarjeta tenían que pagar una cuota anual de $3 dólares (comenzó en 1951).

La nueva empresa de crédito de McNamara estaba orientada hacia los vendedores. Dado que los vendedores también necesitaban cenar (de ahí el nuevo nombre de la empresa) en varios restaurantes para entretener a sus clientes, el Diners Club necesitaban convencer a una gran cantidad de restaurantes para que acepten a las nuevas tarjetas de crédito y también necesitaban convencer a los vendedores a que se suscriban.

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La primer tarjeta de crédito del Diners Club se repartió en 1950 a 200 personas (la mayoría eran amigos y conocidos de McNamara) y aceptada por 14 restaurantes en Nueva York.

Las tarjetas no eran de plástico, sino que estaban hechas de una especie de papel con los lugares que la aceptaban impresos en la parte de atrás. Sin embargo, el concepto de la tarjeta creció y, a finales de 1950, 20.000 personas estaban usando la tarjeta de crédito del Diners Club.