El 23 de Mayo de 1493 comenzó la historia del caballo en América con un escrito de los Reyes Católicos que ordenaba el envío al Nuevo Mundo de veinte caballos y cinco yeguas escogidos en el reino de Granada.
Estos caballos llegaron a América gracias a Cristóbal Colón que, en su segundo viaje, los llevo con él.
Los Reyes Católicos escribieron a su secretario Fernando de Zafra para que escogiese veinte lanzas jinetas junto a cinco “dobladuras” hembras de entre la gente de la Santa Hermandad y esos fueron los caballos que llegaron a América.