La batalla de Solferino (Italia), en 1859, dejó un saldo de 40.000 soldados italianos y austríacos muertos y heridos, abandonados sin asistencia médica o entierro, ya que los servicios sanitarios militares eran casi inexistentes. Conmovido ante este hecho, un suizo llamado Henri Dunant comenzó una campaña para apoyar a las víctimas de la guerra.
Ayudado por las mujeres de los pueblos cercanos, se esfuerza por socorrer a los heridos sin distinción de uniforme ni de nacionalidad, viendo en ellos sólo hombres que necesitan ayuda.
El resultado fue la primera convención de Ginebra, firmada en 1863, y el de la Cruz Roja y Media Luna Roja Internacional. Los colores del emblema de la cruz roja de deben a la inversión de los colores de la bandera suiza. Actualmente, esta organización internacional está presente en más de 150 países, de los 247 con que cuenta ell mundo entero.