La separación de Ava Gardner y Frank Sinatra fue como tantas otras rupturas, muy difícil y tormentosa.
Desde el principio, una vez formalizado el divorcio, Ava desprecio a Frank, lo que hizo que el cantante no pasara por sus mejores momentos. Sinatra no pudo ocultar su situación y un claro ejemplo de su estado de ánimo fue un auto retrato que pintó en el año 1958, curiosamente en España, cuando se encontraba rodando la película “Orgullo y pasión” en San Lorenzo del El Escorial.
En el cuadro, que pintó en la habitación del hotel Felipe II, Sinatra se ve a sí mismo como un Payaso debido a la ruptura de su matrimonio en 1957.
Pero la situación cambio años más tarde cuando Ava Gardner, que siguió considerando a Frank Sinatra como parte de su propiedad mucho tiempo después de de su divorcio, se encontró con el nuevo matrimonio de “La Voz”.Sinatra decidió volver a casarse con la jovencísima y andrógina Mia Farrow y Ava Gardner no pudo contenerse.
El resultado, esta declaración a los medios: “Siempre supe que Frank acabaría en la cama con un muchacho”.