Recetas para la epilepsia o mal caduco en la medicina del siglo VIII

ADVERTENCIA: No es un remedio curativo y preservativo. Hace de servir en un horno después de sacar el pan; se reduce a polvos muy sutiles y se pasarán por el tamiz y se conservarán.  (No hace referencia en concreto a los polvos).

Método

Todos los últimos días de luna vieja; se toma el peso de un escudo o similar de estos polvos, echándolos en infusión por toda la noche antes en vino blanco un cortadillo por toda la noche antes. Se menea por la mañana y se toma en ayunas por los tres últimos días de la luna vieja como se ha dicho.

Dieta que con el mayor rigor deberá observarse

Comerá el paciente un puchero de carnero con un poco de tocino macho y que ni lo uno ni lo otro sea de cabeza; no echándole agua y sal más que hasta sazonarlo, pero que la sal sea de la mejor y más limpia sin mezclar de tierra. Su desayuno será unas sopas de otro puchero; por la noche cenará un par de huevos pasados por agua, pero que sean del día frescos. El pan será de lo mejor y sin mezcla de ningún grano. Su bebida será agua clara y un sorbo de otra.

Advertencias para el enfermo

Cosa de cabeza; carne asada ni fresca no la coma jamás, aunque hayan transcurrido ya diez años sin darle le accidente, sino quiere que le repita, como dice el autor lo vio en uno al que le repitió después de muchos años por comerlo.

  • Esta dieta se guardará estrechamente por ochenta días, o más si fuese necesario; sin excederse en lo más mínimo sino quiere exponerse a un trabajo. Pero hay que advertir que la dieta pueda ponerse por cuarenta o cincuenta días, pero tenga presente el enfermo que siempre que interrumpa el meto de la dieta, ya por no hallar carnero, ya por que le den le carne diciéndole que es carnero y no lo sea, en este caso, hay que volver a principiar la dieta y los días que antes observó como si nada hubiese hecho. Esta dieta se le impone a las personas que han pasado ya la edad de 25 años; más si fuese joven y no hubiese llegado a esta edad, con los polvos tomados en la dosis y circunstancias dichas tiene bastante; en uno y en otro caso, si la enfermedad amagase, debe repetirse la toma de polvos como la vez primera.
  • Se ha de abstener del uso de la Venus por todo el tiempo de la curación
  • Del mismo modo se ha de quedar la dieta en la comida que en la bebida.
  • No solo se ha de come cosa de la cabeza, pero si se ha de echar en el puchero.
  • No se necesita sangría ni purga, aunque acaso será mejor hacer las prevenciones necesarias a juicio del médico.
  • Si por no observar bien la dieta hubiese recaída se comenzará de nuevo.
  • No se ha de probar nada de vino ni de otro licor picante, ni postre de ninguna clase durante la dieta.
  • No se ha de tener en el puchero especie alguna.
  • La cantidad de comida será moderada así como la bebida.
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El caballero que descubrió este secreto dice que a su padre le llegaron a ofrecer por un medio de 2.000 pesos por el secreto.

·Otros polvos que son de las mismas virtudes y que se darán en la dieta del mismo modo.

·Tómese de los pedazos del casco que se le quita a los burros grañones cuando se hierran; doce o quince días antes de entrar en parada; y puestos en un puchero nuevo los tostarás en un horno y los reducirás a polvo muy sutil. De estos polvos tomarás una pulgarada y los tomarás en caldo, chocolate, vino o agua tres veces al día, porque en más cantidad resultan muy desagradables. Tres años había que una mujer padecía el accidente, pero tan violento y frecuente que le daba tres veces al día y le duraba cinco cuartos de hora, tomó los polvos y sudó tanto que mudó dos camisas; en las otras tomas ya no sudó tanto y dentro de diez días se le quitó y no le volvió jamás. El olor es muy pestilero.

·El remedio seguro y que jamás falla es dar un dracma en polvos de Mechoacán cada dos días durante el menguante de la luna en vino blanco, tres veces al día, a las personas grandes doblando la dosis. Se asegura que este remedio es infalible por muchas experiencias.

·Tomarás cuerno de ciervo quemado, dado en pasas, quitados los granitos por ayunas. Con esto sanó un niño de discontinuando y arrojó muchas muertas.

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