El origen de la palabra «cadáver» se remonta a la época romana donde existía una losa sepulcral que llevaba la inscripción: «caro data vermibus» (carne entregada a los gusanos).
Con el tiempo y la erosión, algunas letras se fueron borrando hasta que sólo se pudo leer: ca.. da.. ver..
Así nació el término con el que hoy día designamos a un cuerpo muerto.