
Tabla de sacrificios humanos durante la historia:
Datos básicos | Sacrificios | Época |
Aztecas – México | 300.000 | Siglo XIV |
Acto Sati-India | 62.400 | Siglo XVIII |
Dinastia Shang- China | 13.000 | Últimos 250 años |
Pilotos Kamikaze – Japón | 3.912 | Año: 1944-1945 |
Aztecas- México
Fueron un pueblo indígena de filiación nahua que fundó México-Tenochtitlan y hacia el siglo XV en el periodo Posclásico tardío se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos que conoció Mesoamérica asentados en un islote al poniente del Lago de Texcoco hoy prácticamente desecado, sobre el que se asienta la actual Ciudad de México.
Aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre del valle de México —Tlacopan y Texcoco—, los mexicas sometieron a varios pueblos indígenas que se acentaron en el centro y sur del territorio actual de México agrupados territorialmente en altepetl.
Sati- India
El acto de sati tenía lugar voluntariamente en la mayoría de los casos. Modernamente se debate si la presión social podría hacer la inmolación como obligatoria.
Ya que para una viuda sin hijos, su vida carecía de incentivo. En algún caso por el contrario, el deseo de una viuda de inmolarse era evitado por sus parientes.
Como la incineración del difunto ocurría al día siguiente de la muerte, la decisión de la viuda debía ser tomada rápidamente.
Dinastia Shang- China
La dinastía Shang, también conocida como dinastía Yin , es la segunda dinastía en la historia de China y la primera cuya existencia histórica está documentada. Su extensión territorial abarcaba el valle del río Amarillo.
Pilotos kamikaze- Japón
El término kamikaze de origen japonés, fue utilizado originalmente por los traductores estadounidenses para referirse a los ataques suicidas efectuados por pilotos de una unidad especial perteneciente a la Armada Imperial Japonesa, contra embarcaciones de la flota de los Aliados a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Estos ataques pretendían detener el avance de los aliados en el océano Pacífico y evitar que arribasen a las costas japonesas.
Con esta finalidad, aviones cargados con bombas de 250 kilogramos impactaban deliberadamente en contra de sus objetivos, con el afán de hundirlos o averiarlos tan gravemente que no pudieran regresar a la batalla.