El 6 de febrero de 1855 se celebró en París el que es considerado como el primer banquete en el que oficialmente se sirvió por primera vez carne de caballo. El lugar donde se celebró dicha comida fue el Grand Hotel de París y aunque eran 200 los invitados que habían sido convocados, fueron 132 los que comieron equino.
– “Tendría la impresión de que comía hombre”, fue la respuesta de una de los 68 personas que rehusaron la invitación. Aunque la propuesta de “devorar caballo” no gusto a todos el banquete siguió adelante.
Presidio el evento el célebre naturalista francés Geoffroy Saint-Hilaire que se rodeo de colegas suyos, un grupo de sabios y profesores de ciencias naturales. Qué mejor elenco de científicos para comer caballo.
Lo curioso es que a ellos se unió M. Decroix uno de los miembros más influyentes de la Sociedad Protectora de Animales, quizá para descubrir el porqué de su asociación. También estuvieron allí eminentes y reputados gastrónomos de la época como: Dumas, Monselet, Brisse y Véron junto a escritores muy conocidos como Flaubert, Sainte-Beuve y Jules Janin.
Todos allí reunidos, en las elegantes mesas del Grand Hotel, comieron el siguiente menú hipofágico:
– Consomé de caldo de caballo,
– Entremeses: salchichas y charcutería de caballo,
– Carnes: caballo hervido, caballo a la moda, ragoüt de caballo y filete de caballo con champiñones,
– Ensalada de patatas salteadas con grasa de caballo
– y como postre, no podía ser de otra manera, pastel al ron con tuétano, de caballo claro.
Debió ser todo un éxito porque años después se volvió a celebrar en le Grand Hotel de París otro Gran Banquete Hipofágico, con más comensales, que organizó una conocidísima carnicería equina.
