
En 1981 el periódico Daily Mail publicaba una historia acerca de un “desafortunado” maratoniano corredor japonés, Kimo Nakajimi, que llegó a Londres a correr la maratón de la ciudad.
Lo curioso de este corredor es que había llegado a la capital inglesa a correr una larguísima maratón y es que, a causa de un error de traducción, lo que Nakajimi pensaba es que la carrera sería durante 26 días, cuando en realidad eran 26 millas.
Y convencido de que era así el japonés comenzó la maratón y siguió corriendo pasada la meta. Tanto es así que la organización de la maratón londinense tuvo que buscar al maratoniano – que se encontraba en algún lugar en las carreteras de Inglaterra, aún en marcha – decidido a terminar la carrera de “26 días”.
El origen de lo sucedido hay que atribuírselo a la traducción de Timothy Bryant, que dijo al ser preguntado: “He traducido las reglas de la maratón y se las he enviado a Kimo.
Lo cierto es que he estado aprendiendo japonés los últimos dos años pero debo haber cometido un error en la misma. Pero parece ser que a Nakajimi no le ha sorprendido que fuera así, será que en Japón tienen carreras muy largas”.