El rabino británico – nacido en Alemania – Hermann Adler (1839-1911), que fue el cabeza de los rabinos de Londres desde 1891 era muy respetuoso con la ley mosaica, no comía nunca animales impuros.
Sus amigos siempre bromeaban con él sobre el asunto. Un día el cardenal Vaughn le dijo con cierta sorna:
-¿ Cuándo permitirá usted que le ofrezca un poco de jamón, rabino?
Y el socarrón Adler, respondió muy rápido:
– Cuando me lo pueda servir la esposa de Su Eminencia.