El Valor del Rey de Dinamarca Christian X

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La anécdota nos remite a la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis ocuparon Dinamarca, dispusieron que los ciudadanos judíos debían identificarse por medio de un parche o escarapela amarilla en forma de Estrella de David, con el aparente propósito de segregar y luego deportar a la mayor cantidad de detenidos a la brevedad.

El bando se emitió por la mañana. Por la tarde, el rey Christian X realizaría su acostumbrado y siempre puntual paseo a caballo partiendo de palacio hacia las afueras de Copenhague.

Cuando los portales se abrieron, la muchedumbre contempló con extrañeza al soberano que, guiando impertérrito el corcel blanco, lucía sobre su pecho la insignia amarilla de la Estrella de David.

Por la noche, toda la población del país llevaba sobre sus ropas el infame distintivo. Así fue cómo los nazis no pudieron reconocer a sus víctimas y, por ese motivo, resultó casi insignificante la proporción de judíos daneses deportados y enviados a los campos de exterminio.

Esta historia altruista, capaz de despertar las más bellas y valientes emociones humanas, se halla mencionada en numerosos libros y películas.

Pero es totalmente falsa, se trata de un ejemplo de lo que se conoce como “mito urbano”.

Hay especulaciones sobre los orígenes de la historia, unos dicen que fue una maniobra de propaganda de los Aliados para fortalecer la confianza de los nórdicos en su clase gobernante (que simpatizaba abiertamente con la Coalición aliada); otros sostienen que se trató de una confusión y que un hecho embrionario se produjo no en Dinamarca sino en Noruega, y que no involucraba una Estrella De David sino una flor amarilla que muchos se atrevieron a usar en el ojal cuando la familia real fue obligada a abandonar el país durante la ocupación, a pesar de que toda muestra de adhesión a la corona estaba manifiestamente prohibida.

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