Bugs Bunny es uno de los dibujos animados más populares de la historia. Tanto que llego a ganar un Oscar.
Su primera aparición fue en 1940, el conocido conejo de la suerte participaba por primera vez en un corto. Desde ese momento, el conejo de la Warner Bros no dejo de tener problemas con un gran número de personajes, de los que se reía y a los que se enfrentaba siempre con el mismo comienzo, una frase de Groucho Marx “¡Por supuesto, que sepas que esto significa guerra!”.
Y fue en los comienzos del conejo cuando la censura, que por aquel entonces lo controlaba todo, también lo hacia con la industria de Hollywood. Una censura que no permitía que se emitiera nada ante el público – sobre todo en los cines – que no pasara por su filtro.
¿Pero con Bugs y sus creadores hicieron una excepción? O simplemente no lo vieron. Los dibujantes del conejo decidieron que Bugs, en un escena en la que salía de la ducha cubierto por una pequeña toalla, dejara entrever su miembro frente a Elmer.
Y así paso a la historia, los censores o no lo vieron o lo dejaron pasar, el caso es que Elmer se encontró frente a frente no solo contra su enemigo, el conejo Bugs, sino contra su “cosa”.
