
El que fuera líder del Partido Laborista, Ministro de Asuntos Exteriores y barón, Lord George (Alfred) Brown, fue también conocido por su debilidad ante el champagne.
Cierto día asistió a una recepción diplomática. Llegado el momento de iniciar el baile le advirtieron que era a él a quién correspondía, como miembro más antiguo, comenzar. El lord, al escuchar como la orquesta “lanzaba” sus primeros acordes, se dirigió dando bandazos hacia el centro de la sala y dijo:
– Preciosa señorita del traje escarlata, ¿quiere usted hacerme el honor de acompañarme en este mi primer vals?
Fue acabar con sus palabras cuando se oyó una voz enérgica y tronante que respondió:
– De ninguna manera, caballero. Primero porque usted ha bebido demasiado. Segundo, porque esto no es un vals sino el himno de Venezuela y tercero, porque no soy una señorita con traje escarlata, sino el nuncio de Su Santidad.