El día 3 de enero de 1947 Al Herpin cerró, por primera vez en su vida, los ojos al morir a los 85 años de edad.
En el estado de Nueva Jersey, en un lugar llamado Trenton, vivió este hombre que trabajo toda su vida como albañil y que pasará a la historia por haber sido “incapaz” de cerrar los ojos. Al jamás durmió en su vida.
Cuando se conoció lo que le ocurría a Herpin por su casa pasaron infinidad de médicos tratando de certificar como era posible que un hombre pudiera vivir sin dormir. Lo que parecía imposible en Al era una realidad. No dormía nunca.
Al Herpin no tenía cama en su domicilio, únicamente una mecedora donde descansaba de vez en cuando siempre con los ojos abiertos. Aquello le servía para llevar una vida corriente.
El albañil trabajo durante toda su vida como si durmiera las 8 horas diarias recomendables.
Con el tiempo a los curiosos médicos se unieron los curiosos turistas que comenzaron a visitar su pueblo. Todo un negocio para los habitantes del lugar que llegaron a vender incluso tierra del lugar del hombre que jamás durmió.
Al Herpin nunca impidió que fueran a verle permitiendo amablemente visitas a cualquier hora del día y, por supuesto, de la noche.
