El Oficial Ruso que Salvó la Vida de Juan Pablo II

Juan Pablo II no hubiera llegado a ser Papa si, en el año 1945, en Cracovia, un oficial de la Armada Roja de la Unión Soviética, amante de la historia, no hubiera decidido salvar su vida.

Vasilyi Sirotenko, profesor de historia medieval, formó parte de la 59ª Armada del general Ivan Stepanovich Konev que arrebató a los alemanes Cracovia el 17 de enero de 1945. Al día siguiente se encontraba entre los hombres que ocuparon una mina. Los obreros polacos se habían escondido: cuando llegamos comenzamos a gritar: sois libres, salid, salid, estáis libres.

Cuando los contamos, eran ochenta. Poco después descubrí que 18 de ellos eran seminaristas. «Llamé a uno de ellos y le pregunté si era capaz de traducir del latín y del italiano. Me dijo que no era muy bueno y añadió que tenía un compañero muy capaz para los idiomas.

Un cierto Karol Wojtyla». Sirotenko le pidió que le tradujera artículos sobre la caída del Imperio romano. Se hicieron amigos. Un comisario político llamó al oficial soviético y le advirtió: «Camarada mayor, ¿qué hace usted con ese seminarista? ¿Piensa ignorar las órdenes de Stalin? ¿La disposición del 23 de agosto de 1940 sobre los oficiales, maestros y seminaristas polacos no le convence?». Sirotenko respondió: «No puedo fusilarlo.

Es demasiado útil. Sabe idiomas y conoce la ciudad». El comisario le dijo que la responsabilidad era suya.

Poco después salieron los primeros carros de prisioneros hacia Siberia, personas que no volverían nunca más. Los seminaristas de la cantera Solvay estaban entre los primeros de la lista. Sirotenko, sin embargo, les salvó la vida.

LEER  El Descanso en Paz en Coñac del Vicealmirante Nelson

juan_pablo_ii-4334346