Juicios Históricos a Animales

En algunos momentos de la historia se enjuiciaba a los animales a quienes se consideraba culpables de algún delito. La primera sentencia de la cual se tiene conocimiento data de 1266, en este caso un cerdo fue hallado culpable y la última de la que se tiene noticias recayó sobre una yegua que fue condenada a muerte en el año 1692.

Durante cuatro siglos tuvieron lugar una serie de juicios grotescos de los cuales se conservan alrededor de noventa protocolos. Si se tiene en cuenta el proceso de destrucción que ha sufrido Europa, es una cifra extraordinaria.

Existía un tribunal competente  que llevaba a cabo el proceso, en ocasiones se suministraba un defensor al acusado. Se convocaba a testigos y en ocasiones se estudiaba la escena del crimen, tomándose cuidada nota de todo lo actuado.

El tribunal podía imponer la pena de muerte o algún tipo de mutilación, según la gravedad del delito. En una ocasión se le cortó una oreja a un cerdo y en otras se les impuso determinado tiempo de reclusión en una jaula construida a tal efecto.

En el caso de una condena a muerte el verdugo ejecutaba la sentencia públicamente y con el mayor formalismo. En archivos hallados en Meulan (Francia) se halló una cuenta de gastos relacionada con una ejecución de un cerdo en 1403.

El documento dice así:

“Por alimentos para el cerdo encarcelado, 6 groats de París.” “Por pago al verdugo que viajó desde Paris para ejecutar la sentencia, por orden del juez, 54 groats de Paris”. “Por alquiler del carruaje que llevó al cerdo al lugar de la ejecución, 6 groats de Paris”. “Por la cuerda para atarlo y amordazarlo,2 groats de París y 8 denarios”. “Por guantes, 2 denarios de Paris”.

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La cuenta de gastos demuestra que el verdugo usó guantes, como si se estuviese ejecutando un criminal humano. En ocasiones se le colocaba al animal una máscara humana, vistiéndole con chaqueta.

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