El Día que Harpo Marx Trató de ser Harpo Marx

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Aunque la mayoría piense que Harpo Marx era mudo en la vida real, porque así aparecía siempre en las películas de los Hermanos Marx, realmente no tenía ningún problema con su voz, hablaba perfectamente.

Pero no solo su voz era distinta, físicamente también, en las películas aparecía caracterizado. En ellas utilizaba siempre con una peluca naranja (aunque nosotros le viéramos en blanco y negro) pero cuando acababan los rodajes se quitaba la peluca y su aspecto era totalmente distinto.

El caso es que la mayoría de la gente de su época pensaba también que su aspecto real era el de las películas, motivo por el cual le resultaba fácilmente pasar desapercibido. Pero aquello le causo problemas en algunas ocasiones.

Uno ejemplo de ello fue cuando, invitado a una fiesta de disfraces en una de esas mansiones de Beverly Hills que quita el hipo, apareció con un disfraz del Kaiser Guillermo II.

A lo largo de la misma no ocurrió nada digno de mencionar, pero cuando termino Harpo, vestido todavía del Kaiser se dio cuenta de que no tenía uno sólo dólar para volver a su casa. Como no podía coger un taxi decidió hacer autostop.

La escena parecía de película pero no, un hombre vestido de “Kaiser” en mitad de una calle oscura, en un barrio de multimillonarios y tratando de parar un coche. Y que faltaba para terminar con el cuadro? Un coche de policía.

Mientras Harpo hacía autostop apareció un coche patrulla. Obviamente los agentes no pensaron ni por asomo que era Harpo, el mudo de los Hermanos Marx tratando de encontrar a alguien que pudiera llevarle a casa.

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Su “película” era distinta, decidieron con buen criterio que se trataba de un mendigo que había intentado colarse en la mansión, aquella donde se había celebrado una fiesta de disfraces.

Pero al acercarse a él fue peor aún, andaba buscando la policía un preso fugado y pensaron que era él. Harpo trató, sin conseguirlo, de explicarle intentó explicarles quién era, el actor que no hablaba y tenía el pelo naranja. Aquello no resulto y acabo con sus huesos en la cárcel.

Pero en la cárcel acusado de: Vagancia, allanamiento de morada, evasión de la cárcel, más dos cargos de usurpación de personalidad.

Nada más y nada menos que cinco cargos,  de los que dos recordaría todo su vida, uno por hacerse pasar por Guillermo Segundo y el que más le dolió, tratar de suplantar la identidad de Harpo Marx.

Al final todo se aclaro y pudo salir de la cárcel sin cargos, pero ni sus mejores guiones habrían imaginado una situación como la que Harpo pasó esa noche.