El 1 de enero de 193 d.C. los asesinos de Cómodo decidieron que tenía que ser Pertinax (126-193) su sucesor en el poder. El nuevo emperador primero declinó la oferta pero acabo aceptando el puesto.
Durante su mandato trato de restaurar la antigua disciplina y recuperar las arcas del tesoro público, todo para conseguir un mayor bienestar público. Estas medidas le enfrentaron a los pretorianos, que con el anterior emperador no había tenido límites en sus actuaciones.
El 28 de marzo del año 193 d.C., un grupo de militares asesinaron al emperador de sesenta y seis años después de ochenta y siete días al mando del Imperio. En ese momento se produjo un vacío del poder.
Para resolver esta situación, ya que eran varios los candidatos, se sacó a subasta el trono. Los dos postores fueron el suegro de Pertinax y el senador más rico de Roma, Didio Juliano (133-193).
Finalmente tras una dura puja, fue elegido emperador Didio Juliano que gano gracias a los trescientos millones de sestercios que pagó por el trono.