Tramposos Olímpicos: Ben Johnson, el Caso de Dopaje Más Recordado.

Los Juegos Olímpicos traen consigo una sincera e imparcial competición de atletas de todos los países, algo que se refleja en el Juramento Olímpico. En ocasiones, algunos deportistas se olvidan de esta esencia fundamental e intentan ganar por todos los medios.

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Ben Johnson, el caso de dopaje más recordado.

“Me gustaría decir que mi nombre es Benjamín Sinclair Johnson Junior y este récord mundial durará 50 años, tal vez 100.” Estas fueron las palabras de Ben Johnson tras batir por cuatro centésimas de segundo el récord mundial dejándolo en 9,79 segundos.

El mundo quedó maravillado ante una hazaña de tal grandeza que le convertía en el rey indiscutible de los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988.

Unas horas después su triunfo se convertiría en uno de los mayores escándalos Olímpicos.

En el Centro de Control de Dopaje Olímpico, a menos de un kilómetro de donde Johnson había recibido su medalla de oro, el Doctor Park Jong Sei encontró que una de las muestras de orina numeradas tomadas de los cuatro primeros finalistas contenía stanozolol, un peligroso esteroide.

La muestra correspondía a Johnson, que inmediatamente fue descalificado. Su eliminación otorgó la medalla de oro a Carl Lewis.

Johnson volvió a participar en los siguientes Juegos Olímpicos en Barcelona 92 tras una sanción de dos años, pero un nuevo positivo en 1993 pondría fin definitivamente a su carrera.

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